A pesar de
que solo hayan pasado unos pocos meses, pienso que ese número, ese día
inolvidable, se merece mil textos interminables y mucho más, ya que marcó mi
vida de una forma demasiado especial. Y antes de que llegara ese día las
palabras se iban transformando, pasando del "un poco" a
"mucho" y sobrepasando el límite hasta llegar al
"demasiado". Todos y cada uno de esos días, en los que me pasaba
incontables horas hablando contigo, me iban marcando uno a uno. Cada día, hora,
minuto y segundo. Hasta llegar al punto en el que no podía separarme de ti. Si
dormida te recordaba, despierta te extrañaba. Y aunque en este mismo instante
no sea un buen momento para escribirte por lo que ya sabes, voy a seguir. Sé
que al principio te hice daño por pensar que estaría mejor sin ti, me equivoqué
y rectifiqué a tiempo, porque cuando me hicieron daño, tú decidiste estar a mi
lado a pesar de todo, y eso jamás podré agradecértelo.
Y a partir
de ese dieciocho, todo cambió. Te he ido conociendo día a día, tanto lo bueno
de ti como lo malo, y he de decir que aunque suene extraño, me encanta todo. Y
sobre todo pienso, en que me gustaría poder estar sentada a tu lado, para que
cuando te picaras por cualquier de mis tonterías, estuviera allí para darte un
beso y decirte lo mono que eres cuando te enfadas. En poder darte mil abrazos y
millones de besos todos los días, aunque me pusiera pesada. Puede que esto
suene cursi, pero cuando tienes a kilómetros a esa persona especial que te
gustaría tenerla a centímetros, cuando por fin logras tenerla a tu lado sientes
unas ganas inmensas de comértelo a besos, y eso mismo siento yo a pesar de que
te sigo teniendo bastante lejos.
Sé que no
todos los días han sido de felicidad y hemos tenido nuestros roces y peleas,
pero es lo normal, nada es perfecto. Y sabes que no te puedo prometer ni meses
ni días sin piques o peleas tontas, pero sí puedo prometerte que si tú quieres,
si estás seguro, no me separaré de tu lado, a pesar de todo, pase lo que pase,
tengamos un mal día o el peor de nuestra vida. Y también debo admitir que me
enamoré de ti. No, no te quiero. Se me queda demasiado corto. Y decir que te
amo todavía se me queda corto.
Me cuesta
admitirlo ya que solamente había estado estado enamorada de verdad una vez, y
al final acabó todo en desastre y tardé demasiado tiempo en superarlo. Por eso,
cuando sufres durante un largo tiempo y llega alguien que te hace sentir todos
esos sentimientos y sensaciones que pensabas que habían muerto con aquella
persona, empiezas a sentir miedo. Miedo de que, todo se tuerza y vuelvas a la
misma situación otra vez creyendo que esta vez no lo superarás o tardarás más
tiempo todavía que la anterior.
Pero
contigo, aunque sienta miedo y más ahora, sigo creyendo que con quien quiero
estar es contigo. No me importa si aparece en mi vida el chico perfecto, o
alguien mejor, porque para mí no hay nadie que me haga más feliz que tú. Podrás
tener problemas, pensar que no vales para tener una relación seria, creer que
en algún momento todo acabará, sentirte una mierda, ser lo más pesimista
posible, pero yo estaré ahí, para que ignores los problemas, para convencerte
de que eres el novio perfecto, para recordarte que nuestro 18 es eterno, para
hacerte ver todo lo que vales, y lo que haga falta para que estés bien.
También es
verdad que a veces estar tanto tiempo juntos nos afecta de mala manera, de ahí
que a ratos prefiramos estar solos. Por eso, otra cosa que quiero prometerte es
espacio, no depender tanto de ti y evitar cualquier tipo de agobio, porque sí,
a veces puedo ser muy pesada y no me doy cuenta. Por último, quiero decirte que
puedes tomarte el tiempo que quieras para reflexionar, yo intentaré estar bien,
pero sobre todo, que cuando me necesites no te fallaré y estaré a tu lado para
animarte. Sea el final o no de nuestra historia, seamos iguales o contrarios,
normales o bipolares, celosos o confiados, no dejaré de quererte. Ya sabes que
para eso tenemos nuestra frase. Y que todos estos momentos para mí han sido
mucho más que perfectos, y creo en ti, en que si dejas de lado lo malo, sin
dejar de ser cabezota, y te aclaras las ideas, sabrás de sobra lo que quieres
en tu vida y lo que no. Sé que a veces puede resultar imposible, pero
intentándolo lo conseguirás, igual que hice yo. Porque en su momento, decidí
que quería estar contigo y que nada me lo impediría, y mi razón es, que yo
también viví esos momentos de dudas, en que decides dejarlo y luego te
arrepientes, pero luego vuelves a lo mismo y ya no sabes qué hacer, lo he
vivido de sobra. Por eso sé que aunque no te veas capaz, puedes dar un paso más
y dejar atrás esos miedos.